martes, 17 de enero de 2012

Rubén Moreira Valdés, de tigre a gato

Rubén Moreira Valdés, de tigre a gato
Frente a Calderón, se traga su discurso

Juan Monrreal López
Enero 16 de 2012
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Saltillo, Coahuila.-  El pasado 8 de enero, el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdés, tuvo que tragarse los insultos y acusaciones que durante más de 3 años lanzó contra el presidente Felipe Calderón Hinojosa, a quien reiteradamente culpó de “incompetente” por  los resultados “de sus políticas públicas que asesinan a mexicanos” a la par de “tener las manos llenas de sangre”. Durante la develación de la placa inaugural del tramo carretero norponiente, Rubén sonreía, con esperanza de encontrar clemencia hacia su hermano Humberto Moreira, implicado directamente en el robo que significa la deuda ilegal de Coahuila que alcanza un monto de más de 37 mil millones de pesos.


El 8 de enero, las palmas de las manos presidenciales “llenas de sangre” fueron estrechadas con efusividad por Rubén, mientras lisonjero, alababa los logros del gobierno calderonista en materia de seguridad y obra pública.


Con un Rubén Moreira trastocado y con planteamientos totalmente contrarios a los que usó en infinidad de mítines, la tribuna del Congreso Federal y medios de comunicación, en esta primera visita de Felipe Calderón a Coahuila,-desde que Rubén Moreira ocupó la gubernatura el 1 de diciembre pasado-, al mandatario coahuilense no le afectó que Calderón Hinojosa  sea “Felipe el sangriento” por los más de 25 mil mexicanos que ha matado en este país, según declaró el 4 de junio del 2010.


En esta ocasión, Moreira no hizo llamados incendiarios a los coahuilenses para exigir a Calderón que corrija la política económica que hoy tiene “empobrecido” al pueblo de México, por el contrario, Rubén Moreira, el del estado sonriente, dijo estrechando la mano del presidente que “junto con el gobierno del estado se han hecho cosas buenas y seguro juntos podremos hacer en este 2012, muchas más (Sic)”.


Allí en la inauguración del llamado libramiento norponiente en el tramo 23 km + 230, lejos quedaron los días en que Rubén Moreira declaró a Felipe Calderón como “el verdadero peligro para México”, durante las marchas realizadas en Saltillo y Ciudad Acuña bautizadas como del cacerolazo, allá por febrero y marzo de 2010.


Ese 8 de enero, Rubén Moreira, encumbró la política económica del presidente “quien durante su gobierno ha realizado cuantiosas inversiones en Coahuila” remachó sonriente.


Rubén Moreira, “el tigre”: “vamos a sacar adelante el país, aun cuando Felipe Calderón lo quiera hundir”


Igual que Humberto Moreira, quien durante seis años se mofó e insultó casi a diario a la figura presidencial, el 10 de marzo del 2010, Rubén Moreira Valdés subió a la tribuna del Congreso para proferir uno de sus posicionamientos más furibundos en contra de Felipe Calderón.


Aquél día Rubén Moreira lucía sobrado, altanero, exacerbado, tanto, que presumió acusaciones contra la administración de Calderón Hinojosa, que ahora frente a él, dos años después, tuvo que tragarse…

“…Compañeras y compañeros, lo que mal inicia mal acaba. El presidente Calderón inició mal. Inició cuestionado sobre su legitimidad…se robó la presidencia de la República. Se la llevó, porque no era de él, porque no ganó, porque es cierto que es espurio el señor presidente de la República. Y cómo las cosas iniciaron mal, van mal, después de tres años de gobierno del presidente Calderón, las cosas van de mal en peor…El señor presidente Calderón está ensangrentando esta nación… Sí somos una generación del no, los que le decimos a Calderón ¡no vendas la patria! Los que le decimos a Calderón ¡tú no eres legítimo! Los que le decimos a Calderón ¡te robaste la presidencia de la República!.. … El gobierno de Calderón se acabó compañeras y compañeros. Sé acabó porque ya no gobierna”, dijo en sus pocos más de siete minutos en el estrado.


Rubén Moreira, “el gatito”: “Señor presidente de la República, licenciado Felipe Calderón Hinojosa, nos da mucho gusto su presencia en Coahuila”

Veintidós meses después de haber sepultado al gobierno calderonista, Rubén Moreira Valdés se dirigió  –el 8 de enero pasado- con voz meliflua a Felipe Calderón:

“Muchas gracias por su visita (presidente). Tenga la certeza de que en Coahuila encontrará toda la disposición para continuar trabajando de manera coordinada y en armonía. Los coahuilenses siempre lo recibiremos con los brazos abiertos”. Expresó el tigre de los mítines, convertido en gatito, frente a la investidura presidencial.


“Felipe Calderón pasará como el peor presidente de la historia”, repetía hasta el hartazgo Rubén Moreira en cualquier foro, ante cualquier cámara de televisión, ante las grabadoras de la radio. Recalcaba que las secuelas de la violencia eran producto del empecinamiento de las malas decisiones presidenciales, “que sin duda, Felipe Calderón había propiciado un estado fallido y que ha matado a 25 mil mexicanos”, lo dijo el 4 de junio del 2010.


Rubén Moreira Valdés llegó a la furia. Con jadeos e ignorancia declaró que “en los últimos 200 años, el peor presidente de México es Felipe Calderón”, cuando hace 200 años no había presidente en México y ni siquiera existía en país con este nombre.


Sin embargo, entrampado por la ilegal y enorme deuda de cuando menos 37 mil millones de pesos dejada por su hermano Humberto, más el ascenso al poder del gobierno de Coahuila, hizo que Rubén Moreira girara drásticamente su discurso con el propósito de acercarse a quien tildó de “asesino”.


El 17 de diciembre del 2011, en el Consejo Nacional de Seguridad Pública, Moreira Valdés no perdió tiempo para elogiar a Felipe Calderón. Lo menos que dijo frente a todos los gobernadores fue:
“Lo felicito por la convocatoria del día de hoy; a su equipo por el trabajo que ha realizado para llevar a buen fin estos acuerdos, y por el diálogo que ha tenido con todos nosotros”.


Desde ese día, Rubén Moreira insistió e insistió a las oficinas presidenciales para que Felipe Calderón visitara Coahuila para inaugurar el llamado libramiento norponiente.


Según Rubén Moreira, atrás quedaron las declaraciones donde el presidente era espurio, ratero de la presidencia de la República, torturador, saboteador de la democracia, asesino de 25 mil mexicanos, y también las marchas de los cacerolazos que orquestó contra Calderón.


Hoy con la ilegal deuda de 37 mil millones de pesos, más las denuncias en contra de su hermano, el expresidente del PRI  Humberto Moreira Valdés y 10 de sus secuaces; el gobernador coahuilense no tuvo empacho en recibir a Calderón: “En nombre del pueblo y el Gobierno de Coahuila, le doy a usted y a la comitivita que lo acompaña, una calurosa y franca bienvenida a nuestra entidad”, añadiendo además, “respaldamos su política de seguridad pública para esta Nación”.


Así fue como el “tigre” transfiguró a gatito.

jmonrreall@yahoo.com
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